¡Marte, atar un arte!

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unión de marte de la vid en champagne

Atado de vid en champán

En este hermoso mes de marzo, observamos las vides despertando poco a poco y los brotes saliendo de su letargo, se acerca la primavera. Gracias a la herramienta imprescindible que es la tijera de podar, los viticultores modelamos con nuestras manos cada cepa, en cada parcela para prepararlas para llevar los futuros racimos.

Después de la poda, ¡pasamos a atar las vides!

El atado de la vid consiste en instalar, mediante unas tenazas de atar, los sarmientos fructíferos sobre el sistema de espaldera ya colocado. Las astas se unen de manera diferente según el tamaño. Consiste en atar el sarmiento al alambre, mediante una atadura. El enlace utilizado puede ser de diferentes materiales. El atado evita que los sarmientos estén demasiado sometidos al viento oa las fuerzas físicas, y además permite orientar el sarmiento en la dirección deseada.

Antes de comenzar con el atado, es importante reparar los alambres dañados sobre los que se atarán los sarmientos. El hilo utilizado es lo suficientemente fuerte como para durar todo un año, pero es biodegradable y se caerá cuando podemos las vides el próximo año.

Preparación en las bodegas

Como el embotellado es en abril, necesitamos refinar nuestros vinos y mezclas para estar listos para esta etapa de embotellado. De hecho, todas nuestras botellas se benefician de un largo envejecimiento de 4 a 7 años en nuestras bodegas a 12°C protegidas de la luz antes de llegar a sus mesas. 

Selección de nuestras añadas

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